Lobo

Viene esta entrada a colación de la dimisión de uno de los integrantes de mi reducido equipo ayer por la mañana que ha desembocado , habida cuenta que el otro se marcha a incorporarse a la oficina de Londres en 15 dias, en que el equipo, como decía Gomaespuma, se haya convertido en un completísimo equipo de profesionales constituido por una persona. Había logrado orientar una situación complicada heredada de la etapa anterior del equipo de ventas y empezaba a lograr los primeros objetivos, o al menos empezaban a cristalizarse las bases, cuando de nuevo a empezar.

Me ha sorprendido realmente mi frialdad, Mi reacción ha sido del todo absolutamente neutra. Es mas, me he esforzado por encontar un atisbo de decepción o de ira en mi primera reacción , pero no. Simplemente me he limitado a agradecer a mi colaborador este tiempo y desearle suerte. No ha importado nada que el esfuerzo de estos primeros 60 dias por recomponer una situación frágil y dotar de estabilidad a la línea de negocio haya sido baldío a efectos de provocarme, como lo hubiera hecho hace unos años, una decepción que rallaba en la cuasi deseperación. Que va. He recompuesto el gesto y lo primero que he pensado es : " Si tiene que ser así será por algo ". Pero no era resignación, era convencimiento.

En general me noto mas frio ,mas insensible ( ¿mas maduro? ) a cualquier estímulo exterior. Para mi , que necesito constantemente estar ilusionado para comprometerme, y sobre todo que lo que hago o lo que vivo me emocione, pudiera ser un signo de alerta. Pero analizandolo (friamente) he descubierto que no, que simplemente he trabajado en blindarme tanto a las caídas emocionales que ese trabajo empieza a dar sus frutos. Empiezo a estar preparado para encarar las decepciones gastando el menor tiempo posible en lamentarme. No se si esto último me agrada, o por el contario me disgusta. A lo mejor es que soy así y cuando tengo controlada una situación, me aburro profundamente. No tengo ni idea, de verdad.

Inconformismo y espíritu crítico no me faltan, es que incluso me definen.Soy una contradicción permanente, y soy muy dificil para conmigo mismo. Pero no se si incluso eso me gusta. Una vez me preguntaron, en una terapia de coaching, con que animal me identificaba. Respondí sin vacilar ni un segundo : "Yo soy un Lobo".

El coach no respondió.Probablemente vió mis ojos en ese momento y no tuvo mas que decir.